Se cumple un aniversario para el olvido para todos los hinchas del conjunto de Boedo.
Se cumplen hoy 35 años de la jornada más desdichada en la rica historia de San Lorenzo de Almagro: cayó 1-0 a manos de Argentinos Juniors en la cancha de Ferro y descendió a Primera B.
Fue el sábado 15 de agosto de 1981 en la misma tarde que Boca, con Silvio Marzolini en la dirección técnica y Diego Maradona como gran estrella, se coronó campeón del Torneo Metropolitano al empatar 1-1 con Racing.
San Lorenzo había llegado a esta instancia decisiva tras una campaña muy mala que ni siquiera había podido encaminar Juan Carlos Lorenzo, el “Toto”, el mismo entrenador que alumbró el extraordinario bicampeón de 1972.
Los otros equipos cuya permanencia en Primera estaba en riesgo eran Talleres de Córdoba, Sarmiento de Junín y Argentinos Juniors, de modo que en Caballito se consumó un duelo directo y a cancha llena.
Talleres le ganó a Instituto y Sarmiento a Colón, a la vez que San Lorenzo lidió con las limitaciones de un equipo integrado por un par de leyendas, como los laterales Sergio Villar y Rubén Glaría, pero con unos cuantos juveniles que todavía no habían superado el rango de prometedores.
El partido se definió por sendos penales que habida cuenta de su magnitud quedaron en la historia del fútbol argentino, puesto que, sencillamente, establecieron un antes y un después: el descenso del primer club considerado grande.
El tiro penal en favor de Argentinos lo convirtió el tucumano Carlos Salinas y el tiro penal en favor de San Lorenzo lo ejecutó el sanjuanino Eduardo Delgado y lo atajó el uruguayo Mario Gualberto Alles.
Ese episodio, el del penal atajado, motivó que Lorenzo acuse al árbitro Carlos Espósito de haber propiciado el descenso del “Ciclón” por omitir un supuesto adelantamiento de Alles.
Aquella tarde, de infinita tristeza para los seguidores de uno de los clubes más populares de la Argentina, San Lorenzo formó con Mendoza; Villar, Verdecchia, Ruiz y Glaría; Milano (Godoy), Osvaldo Rinaldi e Insua; Delgado, Perazzo y Ceballos (Quinteros).
Conducido por José Varacka, Argentinos alistó a Alles; Carrizo, Angeletti, Franceschini y Olarán; Vidal, Zuttión y Salinas; Pasculli, Randazzo (Rotondi) y Magallanes.
Un hecho adicional que 35 años después es digno de ser repuesto con nostalgia atañe a las hinchadas de los equipos en cuestión: la de Argentinos celebró un largo rato con sus jugadores y la de San Lorenzo se marchó envuelta en una natural decepción, en muchos casos con franca congoja, pero sin promover incidentes, ni en el estadio ni en las calles de Caballito.